KALIYUGA
Por la mirilla de las maravillas poco
se quiere esperar
como si fuera mejor
abrillantar los retenes…
poner más caras de sotas
ver de intentar una treta
más loca que las del viejo Ulises
‘empepar a las diosas del tiempo
perder el viento, lo grande’
bien sea, o no, tarde
para cambiar las monedas
por la mirilla del faro
los pastizales arden
ahora ‘no pises
si no vas a mirar’
valía que enfría las plantas
de los pies
dejar las metas.
MOMIA DE PAN CAJÓN DE CEDRO
Voy por la ruta veo y me llama
un pedacito de bosque llamativo
una verruga de árboles inmensos
sé que adentro hay una vieja construcción
entro a la tapera abandonada
la alfombra de polvo acumulado
se abre en arabescos al pisar
y humea
con su frescura de cápsula
en quietud maravillante
una lamparita sin luz cuelga del cable
amarillos suaves de la eternidad
en el aire que cuadra el ventanuco
entre vidrio roto y mosquitera
una tela de araña es lo nuevo
me vuelvo estatua en la espera
de un ruido que asuste y justifique
pálpitos de miedo suspensivo
pero es absurdo avanzo
en un cajón de cedro en la cocina
quedó guardado un pan cincuentenario
intacto en su figura satinado
ya es igual a una piedra liviana
esta momia de pan
despierta un vacío
y a la boca inspira signos de interrogación.
Los poemas acá publicados forman parte de un libro de pronta aparición intitulado “La viuda Alegre”, Editorial Nómade, Rosario, 2022.
Por la mirilla de las maravillas poco
se quiere esperar
como si fuera mejor
abrillantar los retenes…
poner más caras de sotas
ver de intentar una treta
más loca que las del viejo Ulises
‘empepar a las diosas del tiempo
perder el viento, lo grande’
bien sea, o no, tarde
para cambiar las monedas
por la mirilla del faro
los pastizales arden
ahora ‘no pises
si no vas a mirar’
valía que enfría las plantas
de los pies
dejar las metas.
MOMIA DE PAN CAJÓN DE CEDRO
Voy por la ruta veo y me llama
un pedacito de bosque llamativo
una verruga de árboles inmensos
sé que adentro hay una vieja construcción
entro a la tapera abandonada
la alfombra de polvo acumulado
se abre en arabescos al pisar
y humea
con su frescura de cápsula
en quietud maravillante
una lamparita sin luz cuelga del cable
amarillos suaves de la eternidad
en el aire que cuadra el ventanuco
entre vidrio roto y mosquitera
una tela de araña es lo nuevo
me vuelvo estatua en la espera
de un ruido que asuste y justifique
pálpitos de miedo suspensivo
pero es absurdo avanzo
en un cajón de cedro en la cocina
quedó guardado un pan cincuentenario
intacto en su figura satinado
ya es igual a una piedra liviana
esta momia de pan
despierta un vacío
y a la boca inspira signos de interrogación.
Los poemas acá publicados forman parte de un libro de pronta aparición intitulado “La viuda Alegre”, Editorial Nómade, Rosario, 2022.