Mañana me repiten análisis
Le voy a rezar a mi sangre
una canción de amor
como si pudiera
volcar todo este líquido bordó
en frascos de cristal
poner uno
al lado
del otro
Le voy a cantar en tonos graves
a rogar
que haga crecer
una flor ocre
desde mi vientre hasta mis ojos
ver todo florecer
de nuevo
Jueves
Preparo el pastillero
una mañana de feriado.
Corto cada pastilla con
el amor de una madre
y la paciencia de un pariente lejano.
Suave, suavemente,
maniobro el tramontina
con la yema de los dedos
escucho crujir las pastillas
como si me estuvieran saludando
y las arropo en un frasco de plástico.
Para el lunes, para el martes, para el jueves.
Junto con mis uñas, ahora cortas,
todo el polvo hecho pastilla
y lo abrigo en mi boca
acolchonada y carnosa.
Para regalarme suavidad
tuve que enfermarme
pero al fin me estoy haciendo el bien,
el suave bien.
Le voy a rezar a mi sangre
una canción de amor
como si pudiera
volcar todo este líquido bordó
en frascos de cristal
poner uno
al lado
del otro
Le voy a cantar en tonos graves
a rogar
que haga crecer
una flor ocre
desde mi vientre hasta mis ojos
ver todo florecer
de nuevo
Jueves
Preparo el pastillero
una mañana de feriado.
Corto cada pastilla con
el amor de una madre
y la paciencia de un pariente lejano.
Suave, suavemente,
maniobro el tramontina
con la yema de los dedos
escucho crujir las pastillas
como si me estuvieran saludando
y las arropo en un frasco de plástico.
Para el lunes, para el martes, para el jueves.
Junto con mis uñas, ahora cortas,
todo el polvo hecho pastilla
y lo abrigo en mi boca
acolchonada y carnosa.
Para regalarme suavidad
tuve que enfermarme
pero al fin me estoy haciendo el bien,
el suave bien.
¿Cuánto estarán las cerezas en Cariló?
Preguntaba mi mamá
como quien habla
sólo
para musicalizar el ambiente.
Yo tenía un durazno en la mano,
un mate en la otra
y un libro enfrente.
Mis clavículas,
dos ramas sostenidas
por los ángeles
Llevaba un vestido
turquesa besando mi cintura
y el resto de mí
se confundía con la brisa
teñida por el sol
El presente era inmenso y amarillo,
Como si Dios fuera un círculo de luz en un baño público
iluminaba mi rostro y me besaba la frente
Es el último día del 2022
Este año
acaricié la piel de la muerte
conocí su textura, su posible suavidad,
tuve una mano en la muerte y otra en los árboles
Ahora estoy sentada
frente a las ramas
intento escribir:
la única forma de capturar el perfume
El silencio es tibio y amable
este bosque me regala su belleza
como la ciruela regala su aroma azul
estoy recostada, confiándole
mi peso a la tierra
la brisa me recorre el cuello
la luz entra tímida
por la ventana
Mi cuerpo tiene ahora
otra oportunidad
Preguntaba mi mamá
como quien habla
sólo
para musicalizar el ambiente.
Yo tenía un durazno en la mano,
un mate en la otra
y un libro enfrente.
Mis clavículas,
dos ramas sostenidas
por los ángeles
Llevaba un vestido
turquesa besando mi cintura
y el resto de mí
se confundía con la brisa
teñida por el sol
El presente era inmenso y amarillo,
Como si Dios fuera un círculo de luz en un baño público
iluminaba mi rostro y me besaba la frente
Es el último día del 2022
Este año
acaricié la piel de la muerte
conocí su textura, su posible suavidad,
tuve una mano en la muerte y otra en los árboles
Ahora estoy sentada
frente a las ramas
intento escribir:
la única forma de capturar el perfume
El silencio es tibio y amable
este bosque me regala su belleza
como la ciruela regala su aroma azul
estoy recostada, confiándole
mi peso a la tierra
la brisa me recorre el cuello
la luz entra tímida
por la ventana
Mi cuerpo tiene ahora
otra oportunidad
Poemas extraídos del libro En el cenicero hay un caramelo de miel (Ediciones En Danza, 2023).